jueves, 16 de octubre de 2014

Cerámica argárica



Cerámica argárica.       


He realizado una serie de formas típicas de la cerámica argárica para presentarmás detenidamente información visual del proceso de engobado y bruñido de las piezas, tan característico de esta cultura del Bronce del Sureste.
Ajuar argárico: brazalete de arquero o afilador de pizarra, hacha de cobre, puñal, tulipa
Ajuar argárico: tulipa, brazalete de arquero, puñal de cobre sin enmangar, hacha.
       Las piezas han sido levantadas a partir de una pasta con desgrasantes añadidos, en este caso granillo de materiales exentos de cal y limpios de sal marina, cribados, procedentes de las cercanías del cabo Cope, en Murcia (gneises, pizarras, cuarcitas, en rodados micro).

Cerámica argárica: engobe, óxidos de hierro.
Una vez levantadas las piezas, se han repasado defectos en el reparto del barro, disimetrías, acabado de los bordes... todo ello mediante un cuchillito afilado y esponja húmeda. Es importante adecuar la base de la pieza en dureza de cuero para que se tenga de pie. 

La aplicación del engobe se ha realizado a brocha. Puede hacerse con esponja o trapo.

Es importante dar al engobe la fluidez adecuada. Si es muy grueso lo arrastraremos al bruñir. Si está muy aguado será poco cubriente. He utilizado varios óxidos de hierro naturales, tamizados. En la foto superior, una limonita de Mazarrón.
Vasos argáricos cubiertos de distintos engobes.
Resulta sorprendente el color resultante de estos engobes naturales una vez cocidas las piezas, especialmente si se hace en hoguera. Aparecen matices y tonos que no habríamos supuesto.

Bruñido de un vaso a la almagra.
Los vasos argáricos ya bruñidos y listos para cocer.

Si durante el bruñido la pieza está demasiado seca será muy dificultoso conseguir un brillo uniforme, especialmente en la parte alta de los vasos. es necesario humedecer con algo de agua aplicada con esponja, o volver a engobar parcialmente. Otro aspecto que incide es el bruñidor, canto rodado o caña, cuero o trapo fino para las últimas pasadas. El riesgo de fractura de bordes y paredes superiores, si son muy delgadas, es alto.
Si la pasta está en dureza de cuero, el bruñido se facilita: pero el resultado se malogrará si la humedad ha sido mínimamente excesiva, porque al secar las piezas perderán el brillo.
La finura de las arcillas integradas en el engobe es crucial para obtener brillo. no basta con utilizar pigmentos (óxidos).

Primer bruñido con óxido de hierro y arcilla. Piedra de ágata.
El bruñido del canto es muy delicado, y ha de hacerse desde tres ángulos distintos.
Vaso neolítico andaluz. Zuheros.
En la foto de los vasos de Zuheros, vemos la fuerza del bruñido a la almagra una vez que la cocción en hoguera a matizado tonos, ennegreciendo aleatoriamente zonas expuestas a la llama directa o enterradas (reducciones parciales). frecuentemente aparecen metalizaciones en las zonas más bruñidas.

Vaso argárico, puñal de cobre y afiladera.
En fin, habrá que esperar a la cocción para poder presentar el resultado. Gracias por seguir este humilde blog.

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